Cómo hacer un herbario con niños. Parte I

Abordar la confección de un herbario con niños supone toda una aventura para ellos. Conocer el mundo que nos rodea y especialmente la naturaleza nos predispone a amarla y respetarla. El herbario, para mí, además de una actividad de observación, recolección, búsqueda de información, de sistematización, debería ser una herramienta de conexión con la naturaleza, en la que los más pequeños y no tan pequeños aprendan la importancia de respetar nuestro entorno natural y no romper el equilibrio que lo sustenta.

Os propongo el herbario no como una actividad puntual en la que secamos unas cuantas plantas, ponemos los nombres y poco más. El herbario puede llevar semanas, meses e incluso años. No importa que durante un tiempo lo dejemos a un lado, cualquier momento será bueno para continuarlo, aunque haga tiempo que no nos acordemos de él, podemos retomarlo y ampliar nuestra colección de plantas.

UN POCO DE HISTORIA PARA MAYORES Y PEQUES

Desde la Antigüedad el interés por las plantas ha sido una constante. El ser humano ha buscado en ellas protección contra las enfermedades, se ha alimentado con ellas, han formado parte de los rituales y se han utilizado como fuente para el cuidado de los cuerpos en el sentido estético. De ahí, el interés desde antiguo por conocerlas, recogerlas y más tarde de clasificarlas, nombrarlas y estudiarlas de forma científica.

Se atribuye a Luca Ghini, médico y botánico italiano del s. XVI la elaboración del primer herbario con registros, pero no fue hasta el s. XVIII que el botánico y naturalista sueco Carl Linneo sentó las bases de la taxonomía moderna, desarrollando un sistema de clasificación con nomenclatura binominal que sigue utilizándose  en nuestros días. La gran obra de Linneo, su herbario, se conserva en gran  parte, en la Linnean Society de Londres y en menor medida en el Museo de Historia Natural de Estocolmo en Suecia.

CÓMO EMPEZAR NUESTRO HERBARIO

A la hora de empezar el herbario con nuestros hijos, es importante introducirlo, explicar que es lo que vamos a hacer, por qué lo hacemos, que los niños tengan conocimiento de la importancia de lo que vamos a emprender.

Para explicar el herbario nos podemos apoyar en libros de plantas, ilustraciones tanto de plantas como de antiguos herbarios, la observación de plantas en un entorno natural o incluso en las que tenemos en casa es una buena forma también de acercarnos a ello.

•          Preparar la prensa

Para elaborar nuestro herbario es imprescindible disponer de una prensa, la podemos elaborar nosotros mismo, pero en Ecoduaktoys encontraréis prensas para niños con las que el secado de las plantas será perfecto, disponen de todo lo necesario para la actividad.

La prensa suele estar formada por dos tablas de madera del mismo tamaño, con tornillos en las esquinas para apretar o bien con una correa que realizará la misma función.

Además, tendremos preparados papeles secantes (periódico, papel de cocina) y cartones cortados a la medida de la prensa.

•          Recolección de las plantas

Para mí, es una de las etapas más importantes de la confección del herbario, decidir qué recogemos, cómo lo hacemos, dando unas pautas para que los niños aprendan que tomar muestras en la naturaleza debe de hacerse siempre de manera respetuosa. Qué parte recoger de la planta, asegurarnos de que no se trata de plantas en peligro, en cuyo caso jamás debemos arrancar la raíz. En realidad, para mí es mejor no arrancarla nunca, excepto ocasionalmente y en plantas abundantes en la naturaleza.

La mejor hora para la recolección de las plantas es pronto por la mañana, o al atardecer, cuando todavía no se han visto expuestas demasiado al sol o el ya ha dejado de incidir sobre ellas.

Para el herbario la época de recolección no importa, es verdad que la primavera es un momento en el cual la naturaleza está en plena explosión, pero recolectar en distintas estaciones del año, enseñará a los niños que las plantas tienen ciclos diferenciados unas de otras en cuanto a la época crecimiento, floración, fructificación…

En el momento de la  recolección de las plantas podemos hacer un registro de notas lo más completo posible. Además del lugar y tiempo de recolección, debemos anotar el color de las flores, ya que con el secado cambiarán de color, cuantos más datos recojamos mejor será la posterior clasificación. Todas estas acciones se pueden adaptar a la edad de los niños.

•          Prensado de las plantas y secado

Es importante que una vez recogidas las plantas iniciemos sin dilación el prensado, de otra forma pueden empezar a marchitarse y el resultado no será satisfactorio y corren el riesgo de estropearse y no conservarse adecuadamente. La correcta deshidratación de las plantas garantiza el éxito de la buena conservación del herbario.

En una de las tablas de la prensa, dispondremos una lámina de cartón, y alguna hoja de papel de periódico, colocaremos la planta en el interior de una hoja de papel plegada (es lo que denominaremos pliego), de manera que quede lo más extendida posible, pondremos otra lámina de papel. Si una planta no cabe entera en un pliego, se corta por la mitad y se pone reparte en otro pliego. A partir de ahí empezaremos de nuevo el proceso separando cada pliego con un cartón.

Es el momento de cerrar la prensa, debemos ajustarla al máximo para que el secado sea perfecto.

Lo ideal es cambiar una o varias veces, (dependiendo de la planta) los papeles de periódico, pero sin retirar el pliego que está en contacto directo con las plantas. Cuando las plantas estén completamente deshidratas es el momento de retirarlas y empezar la clasificación.